viernes, 3 de marzo de 2017

Mi casa es tu casa


Durante el tiempo que estuve enseñando español en la India, tanto en Delhi como en Bangalore, tuve el placer de conocer a multitud de estudiantes, con los cuales entablé una buena amistad más allá de las clases. Recuerdo en especial a uno de ellos, Hemendra, y su enorme hospitalidad cuando me invitó a visitar su aldea, Renwal, en la que estuve un par de veces. Y es que el afecto que me demostró tanto él como su familia fue tal que su pueblo se convirtió en uno de esos lugares a los que considero “casa”, en el sentido de hogar, de lugar donde sentirse a gusto y seguro. Este es un valor enorme para los que estamos lejos; poder obtener este sentimiento de pertenencia, aunque solo sea por un tiempo muy limitado, y a pesar de estar a miles de kilómetros del lugar de nacimiento.
Para todos aquellos que en algún momento de mis viajes me alojaron e hicieron que me sintiera como parte de sus familias, para ellos va esta entrada. Su calor y afecto también me empujaron a escribir este libro.



Rescato estas líneas donde intento resumir todo ese cúmulo de sensaciones en mi primera visita a Renwal, durante el festival de Diwali en 2008:

 

 Esta mañana me he llevado un sorpresón cuando he visto que íbamos ya por el 45,5%, gracias a la enorme aportación del que creo que fue la primera persona a la que llamé mi amigo. Un viejo amigo de la infancia que, siendo ajeno a todo lo que son las redes sociales como es, prefiero mantener en el anonimato. Gracias tío, y a ver si esto sigue igual de bien en los próximo días.
 


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