martes, 7 de marzo de 2017

A pedir de boca


Un aspecto muy importante a la hora de disfrutar de la aventura es explorar la gastronomía local de la tierra que se visita. No hay nada como sentarse a la mesa de cualquier local y experimentar pidiendo cosas, algunas de las cuales nunca habríamos imaginado. Quitando los pulpitos vivos que rechacé comer en mi último viaje a Corea del Sur, he tenido la oportunidad casi de todo. Pero sin duda, ha sido en China donde más platos extraños he podido catar. Desde saltamontes fritos hasta huevos de pato con embriones crujientes en su interior, pasando por brochetas de escorpiones, la cocina china nunca te deja indiferente. Por supuesto, estas “delicias” no forman parte habitual de la dieta estándar, son rarezas muy puntuales, aunque hay regiones como Guandong, en el sur del país, en los que no es extraño encontrar cocodrilos, serpientes e incluso grandes roedores en los menús de los restaurantes.


















Hago mención de mi paso por esta zona de China durante mis primeras vacaciones de año nuevo chino, en enero de 2011. Toda una experiencia.


 
Poquito a poquito nos vamos acercando al objetivo. Ya estamos en el 55%, un pelín más cerca. ¡Muchas gracias!



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