Han pasado ya doce días desde aquella mítica tarde en la que conseguí hacer
realidad una de las metas que me había marcado para este año. Desde aquel
instante en el que vi el 100% en la pantalla hasta ahora, he tenido tiempo de
cavilar, entre celebraciones y revisiones de última hora, sobre lo que conlleva haber alcanzado
este objetivo. Ya no solo es el hecho de poder publicar un libro en sí, sino sobre
todo el tener la oportunidad de dejar testimonio en este mundo, el saber que
algún día quizás alguien se anime a hacer lo que yo. No espero que los futuros
lectores hagan de golpe la maleta y se piren a la India, pero me conformaría
con darles ganas de cambiar algo en sus vidas, en busca de la mejora personal. Aparte
de entretener, me gustaría promover un mensaje optimista, pero con los pies
pegados a la tierra. Puede que no vayamos a lograr todo lo que nos propongamos
y que hay tragedias que a uno le cuesta mucho superar, pero espero que mis
vivencias consigan ayudar aunque sea un poquito a recobrar la esperanza a más
de un lector.
Entramos en una nueva fase, la de la publicación. Todavía queda un tiempo (aún por confirmar por la editorial)
hasta que los primeros mecenas puedan tener el libro entre sus manos, pero creo
que la parte más dura del camino ya está superada. Ahora toca esperar con
paciencia e ilusión; espero que no se demore mucho el momento en el que podáis
abrir las páginas y disfrutar de este sueño, del que vosotros también formáis
parte.
Ya iré informando más adelante sobre dónde se podrá conseguir el libro una
vez empiece la distribución.
¡Muchas gracias!
No hay comentarios:
Publicar un comentario