Todo el mundo, independientemente del afán explorador que tenga, debe tomar
importantes decisiones a lo largo de su vida. En el caso de los culos inquietos, estas
decisiones implican a veces cambiar no solo de trabajo o ciudad, sino de país,
con todo lo que eso implica (nuevos amigos, casa, lengua, etc.). En el libro
aparecen diversos instantes en los que me he encontrado en medio de un cruce de
caminos, teniendo que decantarme por seguir en mi zona de confort o darle la
vuelta al guión y lanzarme a la aventura. En ocasiones la opción elegida era la
más obvia, pero ha habido veces en las que todas las posibilidades disponibles
eran igual de atractivas. Recuerdo especialmente el verano de 2010 cuando
estaba trabajando en una escuela de español en Turrialba, en Costa Rica. Me iba
bastante bien por allí, el lugar de trabajo me gustaba y me llevaba genial con todo el mundo. Pero un día de repente me ofrecieron un trabajo en China,
se me despertó el espíritu de Willy Fogg, y dejé aquel paraíso. Desde entonces
nunca me he arrepentido de lo que hice, pero hay momentos en los que me paro a
pensar qué hubiera sido de mi vida de haberme quedado allí. No sé, pero seguro
que el final del libro sería diferente y lo mismo ahora estaría escribiendo
esto rodeado de palmeras y bebiendo agua de coco en alguna playa.
Aquí se recoge aquel punto de mi camino, en el que se inició el periodo en
el que todavía estoy y que, quizás, pronto concluya:
Y, de momento, la campaña sigue a buen ritmo, y ya vamos por el 47%, casi
la mitad conseguida. Espero que los indecisos os acabéis decidiendo y luego no
penséis “¿qué hubiera sido si hubiese apoyado este proyecto?”. Venga, que lo
mismo hasta os da beneficios J
Igual sigues aquí, en los corazones de quienes tuvimos la dicha de conocerte y trabajar en equipo!
ResponderEliminarIgual sigues aquí, en los corazones de quienes tuvimos la dicha de conocerte y trabajar en equipo!
ResponderEliminarVosotros también seguís conmigo, en mi mochila siempre hay un huequito, y espero que algún día pueda volver, al menos por unos dias, para recordar esos momentos en persona.
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